viernes, 31 de julio de 2009

Las marrulleras reacciones de Lula, Chávez y Correa confirman sus nexos con las Farc

Desde Quito Rafael Corea payaseó y pidió a Jojoy que confirmara si las Farc aportaron dinero para su campaña presidencial. Como era obvio de esperar, desde Venezuela Iván Márquez le respondió que no.
Por su parte desde Caracas, con el consuetudinario cinismo marxista-leninista Hugo Chávez negó que los lanzacohetes de fabricación sueca hubieran sido entregados por el gobierno venezolano a las Farc y desató otra tormenta mediática cargada de insultos y descomedimientos contra Colombia, con la disculpa que la presencia militar de Estados Unidos en Colombia es un peligro para su “democracia”.
Mientras tanto, con el mismo cinismo Lula Da Silva el otro complotado y uno de los dos cerebros de la estrategia comunista del siglo XXI en el continente (el otro es Fidel Castro), acudió al artilugio de ofrecer sus servicios como mediador entre Caracas y Bogotá, pero a la vez tuvo el descaro de pedir explicaciones del gobierno colombiano ante Unasur y la OEA.
En ese sentido Lula actúa igual a Fidel Castro, cuando el dictador cubano ordenó a Chávez que se despelucara por la captura de Granda y luego medio entre y Uribe Chávez para zanjar la disputa.
Como era de suponer, el gobierno colombiano respondió con firmeza, desistió de asistir a la improductiva y “mamertizada” cumbre de Unasur, y con actitud gallarda dejó claro ante el mundo entero, que ni en el tramposo acuerdo humanitario apadrinado por Piedad Córdoba ni en la manipulación de Unasur, Colombia puede ceder ante el chantaje y las baladronadas de los peones de Fidel Castro en Latinoamérica.
El cuento chino ingeniado por Correa, que Raúl Reyes lo tildó de traicionero, no es mas que otra de las marrullas del pintoresco mandatario ecuatoriano, tendientes a desviar el cauce de sus responsabilidades penal, política e histórica por tener nexos con terroristas.
La pataleta de Chávez por la presencia militar de Estados Unidos en la región, no solo pretende liberar la actual presión de las Fuerzas Militares contra el mono Jojoy, sino que intenta buscar la forma de descalificar el contenido de los computadores de Reyes, para tener futuros argumentos de defensa ante las instancias internacionales, cuando sea llamado a responder por augear el terrorismo.
Y la actitud morronga de Lula, pretende hacerlo aparecer como el falso moderador, pues también sabe que a largo plazo cuando ya no sea presidente del Brasil, los computadores de Reyes lo pueden sentar en el banquillo de los acusados en la Corte Penal Internacional.
Si el contenido del diario de Reyes no hubiera sido manipulado por Correa y sus asesores, y si fuera cierto que el actual gobernante ecuatoriano no es cómplice de las Farc, el gobierno de Ecuador lo hubiera hecho público desde marzo de 2008, cuando el gobierno colombiano destapó la caja de pandora con los primeros hallazgos de los computadores.
La mirada matrera y agresiva de Correa contra Uribe en Santo Domingo, refleja el odio comunista de clase propio de un delincuente de cuello blanco complotado con terroristas que desangran al pueblo colombiano, contra el audaz presidente que sabedor de la funesta complicidad de Correa con el terrorista Raúl Reyes a quien protegía dentro de su territorio, tomó l avaliente e histórica decisión de golpear la cúpula de las Farc en la sede prohijada por los directivos de Alianza País.
Por esa razón Chávez blasfemó, rabió, botó babaza, injurió al pueblo colombiano y desató una oleada de ofensas contra Uribe, pues temía que ocurriera lo mismo con Iván Márquez, Timochenco y Tirofijo, cuyas guardias personales tienen campamentos en diferentes puntos de la geografía venezolana.
Un año y medio después de la certera muerte de Reyes, los tres complotados contra Colombia continúan con la misma actitud marrullera.
Lula se hace el que no sabe nada y que solo quiere la paz para Colombia, sin dejar de promocionar en forma velada, la campaña presidencial de la representante de los autodenominados Colombianos por la Paz y la calculada legitimación de las Farc, incluida la apertura de embajadas para los terroristas en La Habana, Quito, Managua, La Paz, Caracas, Buenos Aires, Santiago, Montevideo, Asunción y San Salvador.
Correa mantiene su actitud grotesca disfrazada con dignidad de vitrina, adolorido por la muerte de Reyes en su supuesta segura guarida y por que al mismo tiempo evidencia que su odiado "enemigo de clase" Alvaro Uribe no solo lo supera en cualidades personales y profesionales, sino que el 90% del pueblo colombiano quiere reelegirlo.
Y Chávez desarrolla el libreto que le ordenan Fidel Castro y Lula. Vocifera estupideces y luego se retracta. Ofende y luego se declara agredido. Miente y tiene el descaro de decir que el mentiroso es Uribe.... Comunista tenía que ser ....
Las anteriores realidades demuestran con claridad meridiana, que la preocupación de Lula, Chávez y Correa acerca de la presencia de militares norteamericanos, es simple y llanamente la comprobación que por parejo los mandatarios de Ecuador, Venezuela y Brasil, son cómplices de las Farc y presienten que con la presencia de militares norteamericanos en Colombia apoyados por tecnología de punta, con suma facilidad las Fuerzas Militares colombianas podrán golpear los campamentos de las Farc dentro y fuera de las fronteras nacionales, impedirán el crecimiento de las estructuras comunistas afiliadas en Colombia al proyecto estratégico del Foro de Sao Paulo y descubrirán mas pruebas que comprometen a estos gobiernos pro terroristas con las Farc.
Todas estas realidades, implican que Colombia tiene la obligación moral y política, de dar continuidad a la estrategia de seguridad democrática con la alta posibilidad de reelegir a Álvaro Uribe, único dirigente capaz en la actualidad de contrarrestar las argucias y patrañas de los comunistas del hemisferio y el carácter suficiente para actuar con coraje contra los enemigos de Colombia.

Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Analista de asuntos estratégicos
www.luisvillamarin.co.nr

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