lunes, 27 de abril de 2009

El narcotrafico y la izquierda armada unidos contra el coronel Plazas Vega

Leer el libro Itinerario de una injusticia escrito en forma clara, concisa, metódica y cronológica por el coronel Alfonso Plazas Vega, deja la evidente sensación que detrás de la sindicación que se hace en su contra, con base en el testimonio de un exagente de policía hoy asilado en Bruselas gracias a la mediación de una Ong izquierdista, que incriminó a Plazas por el supuesto secuestro y desaparición de unas personas, tras la recuperación del Palacio de Justicia; pudiera ser un mandado del narcotráfico, o, el producto de la incidencia de la izquierda terrorista empeñada en la guerra jurídica contra el establecimiento y la democracia que en contraste las deja existir y opinar; o lo que es peor, una combinación de las dos oscuras facetas.

En cualquiera de los tres escenarios, se evidencia que el proyectado traslado del coronel Plazas a una cárcel común, es una decisión que pone en peligro su vida, además de un sospechoso sesgo contra la institución militar, cuyo sacrificio individual y colectivo, ha sido el sustento del Estado de Derecho, que aunque imperfecto subiste en medio de las marejadas de ataques que hacen los delincuentes de todos los pelambres contra la institucionalidad colombiana.

Un examen detallado de las tres posibilidades enunciadas, y en las que tiene como común denominador el riesgo de la integridad personal del coronel Plazas Vega, indica que ni la izquierda extremista ha renunciado a las tesis de la combinación de las formas de lucha para tomarse el poder e instaurar una dictadura comunista; que no ha cesado la guerra política contra el Estado con todos sus componentes, (en lo que son muy hábiles los comunistas armados y desarmados); que el narcotráfico sigue siendo la espina dorsal de todas las formas de violencia terrorista contra el pueblo colombiano; que el M-19 si tenía pactos con Pablo Escobar para asaltar el Palacio de Justicia; y que la ingente labor de expropiación de bienes contra los narcos que encabezó el coronel Plazas, durante el periodo en que estuvo a cargo de la Dirección Nacional de Estupefacientes, generó resentimientos de quienes quieren verlo hoy en la picota pública.

A los narcos de todas las vertientes les conviene desbarajustar al Estado. Cada uno con intereses excluyentes y particulares, pero convenientes a sus planes y objetivos. Y para desgracia del coronel Plazas, haber combatido a unos y otros, lo enmarcan dentro del chivo expiatorio ideal.Ese es su karma y su drama, frente a una sociedad insensible e indiferente por la suerte de los soldados que la sirven; quienes en otros países son considerados héroes y veteranos con muchas reciprocidades.

Pero cada vez que alguien opina con el deseo de defender el debido proceso contra el coronel Plazas y los demás militares sindicados como criminales, por haber sacado del Palacio de Justicia a una horda de asesinos terroristas, que en contraste hoy son senadores, columnistas, moralistas y "ciudadanos ejemplares", llueven las ofensas descomedidas de "idiotas útiles" de las guerrillas y sus grupos de apoyo ideológico. Ni un solo argumento jurídico o ético para rebatir las tesis expuestas en torno a un tema que reviste perfiles de atentado contra la seguridad nacional.

Lo mas fácil es insultar al columnista y prejuzgar al Ejército, sin detenerse a evaluar que asi como los "paras" son hijos del comunismo terrorista, la violenta reacción del Estado colombiano en el Palacio de Justicia, fue la necesaria e impostergable respuesta al binomio narcotráfico-terrorismo y la proyección estratégica de las bandas armadas entrenadas e ideologizadas por la dictadura cubana.

Todo esto es sintomático. Circula por Internet la copia de una extensa carta de 40 folios, fechada el 13 de marzo de 2009, al parecer elaborada por el controvertido y controversial sacerdote jesuita Javier Giraldo, mediante la cual el clérigo manifiesta a una funcionaria del CTI, abierta renuencia para asistir a una diligencia judicial, pues según sus presuntas palabras, "ruego se me exima de toda declaración, versión, indagación o entrevista, dada mi imposibilidad moral de hacerlo. La constitución Nacional establece que "nadie será obligado a actuar contra su conciencia" (Art. 18).

Llama la atención que en el extenso memorial de agravios supuestamente elaborado por el cura Giraldo, informa que no atenderá el llamado de la justicia, porque de paso sindica a la Fiscalía de actuar en contubernio con las Fuerzas Militares para desviar procesos. !Que curioso!!!... el mismo sacerdote especialista en llevar testigos a los estrados judiciales, para que con base en testimonios sin otra prueba, se busque culpar a los miembros del Ejército, que en el campo de combate han evitado el crecimiento de los terroristas del Eln a quienes se les ha lavado el cerebro con la Teología de la Liberación y el Jesús verbo no sustantivo, orientadores de la violencia revolucionaria de masas.

Según consta en el libro de Plazas Vega, la Fiscal que adelanta el proceso en su contra, sustancia todas las acciones que lo tienen privado de la libertad, con base en el testimonio de un ex policia asilado en Europa por gestión de Giraldo . Como dice el adagio popular: "El que las usa las imagina"...

Hace pocas semanas Herlinda Ramírez de Buitrago militante activa de la cuadrilla Carlos Alirio Buitrago del Eln, reclamó ante los estrados judiciales que sus hijos Carlos y Alirio, fueron asesinados por orden de Ramón Isaza, quien reconoció la autoría del crimen. Lo que no reconoció la mencionada señora, fue su militancia terrorista, ni su participación como la de los demás hijos y su esposo Manuel alias Marcelo, en el asalto a Cementos Rio Claro en 1987, la incineración de tractomulas en la autopista Medellín- Bogotá, el asesinato de campesinos en las veredas del Oriente Antioqueño, el tráfico de estupefacientes, etc. Y pensar que esta cuadrilla y en especial los hermanos Buitrago fueron incorporados al Eln por el sacerdote y terrorista Bernardo López Arroyave, cuyas tesis públicas eran muy coincidentes con las de Giraldo.

Este episodio de la familia Buitrago sumado a la guerra de nervios con las famosas minas quiebrapatas que desató el Eln en el Chucurí Santandereano, grupo muy cercano a la línea ideológica de Arroyave, han sido presentados por Javier Giraldo como la persecución del Estado contra las comunidades eclesiales de base, a partir de "testimonios", estratagema que en contraste, al parecer Giraldo critica y sataniza en la extensa carta de soporte a su "convicción moral"...

Es el mismo proceder del Partido Comunista en torno a su brazo armado las Farc. Por ejemplo, cualquier publicación del semanario Voz es una descarada multiplicación politiquera de las tramas urdidas por el Secretariado de las Farc, como lo demostraron los computadores de Reyes y las pruebas que a diario aparecen acerca de la militancia de todos los cabecillas de las Farc en las estructuras del Partido Comunista Colombiano.

En ese orden de ideas, las Farc masacran campesinos, desatan oleadas de terror, secuestran, roban, destruyen, etc. Sinembargo para ellos y los camaradas legales, esa es la guerra del pueblo contra la oligarquía. Y desde luego no quieren que los agredidos por las guerrillas comunistas, agobiados por la ineptitud del Estado, se armen y los agredan en igual o mayor dimensión. Es decir el círculo vicioso derivado de la incapacidad de la dirigencia política...

No solo en esta supuesta carta a la funcionaria judicial, sino a lo largo de su militancia político-religiosa ni el padre Javier Girlado, ni quienes lo secundan, han cuestionado a los terroristas colombianos por las atrocidades que cometen. Por el contrario los han defendido, con el sesgado argumento que defienden a las víctimas civiles de los efectos del conflicto..... La doble moral en toda su magnitud.

Mientras Giraldo se queja de la justicia basada en testimonios sin mas pruebas (de ser cierta la carta que circula en Internet), el coronel Plazas se halla detenido, por la "fuerza jurídica" de un testimonio sin mas pruebas, de alguien enviado por Giraldo a declarar en contra del oficial (según consta en su libro). Y lo que es mas grave...En risego de ser trasladado a una cárcel común donde puedan atentar contra su vida, o los esbirrros del narcotráfico, o los seguidores de la teología de la liberación hoy detenidos por ser terroristas del Eln, o, los "camaradas" de las Farc presos por mascarar a Colombia en primavera, .

¿Dónde están la justicia, la justeza y la claridad c onceptual del hombre nuevo que promulgan tanto la teología de la liberación como los terroristas del Eln, idiotizados por los "curas revolucionarios"?????

Sería grandioso que el padre Giraldo aclarara estas dudas, pero sin tratar de embaucar idiotas útiles con el cuento de las causas del conflicto,el maridaje del Estado con los paras y la descarada negación de las atrocidades que cometen las cuadrillas guerrilleras en asocio con los narcos.

Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
www.luisvillamarin.com
Analista de asuntos estratégicos